EL PASQUIN ESTUVO ALLÍ
De primera mano
y siguiendo la noticia minuto a minuto, desde el sofá de la redacción de este Pasquín se siguió paso a paso la histórica visita que hiciera el presidente de la nación amiga estadounidense a su homólogo Alvaro Uribe.
No podía pasar de agache tan honrosa visita y a buena hora se hizo escándalo. No se evitó la visita, no se recortó la injerencia militar, el arrodillametno político, el sometimiento económico ni mucho menos. Pero por lo menos se cala en la conciencia del prójimo y prójima que en contra del poder imperialista (si, es cierto, suena re-mamerto pero qué le hace uno si no hay otras palabras. A la mierda se le llema mierda, dice doña Soledad Moliner) se levantan todos aquellxs que creemos en los sanos propósitos bíblicos de liberar en la tierra al hombre y la mujer, pues para bien o para mal nuestro señor Jesucristo ya hizo la parte mas difícil que era sal
varnos del pecado universal. Siendo así, entonces, y perdonaran el sentido tono mamerto-existenicalista que encarnan mis ladrilladas letras, las movilizaciones de esta semana, la incansable movilización campesina e indígena en nuestro país, el avance de la izquierda en varias de sus variopintas facetas me hace optimista ante el propósito que significa el lograr un país y una américa latina donde sus estados estén en función de los derechos de todos (porque de todos es derecho la educación, una salud digna, una educación gratuita y de calidad, tierra para el que la trabaja) y donde se respete la voluntad de la mayoría, aquella gleba alpargatada, pobre y miserable que espera algún día dejar de ser tratada como gleba, superar su pobreza y proscribir la miseria.
Untado el dedo untada la mano, decía Marz, y siendo así si ya hablé de imperialismo dejenme matar este artícu
lo con una prosa típica de comunicado maoísta o de ensayo sociológico de Boaventura o de Burdie: que tiemblen las clases dominantes, pues su proyecto neoliberal no pasará tan fácil por estas tierras y, quiera dios y la revolución, ni siquiera pase. Pues de todos los progresistas depende que la democracia, aquella democracia que desvelaba al Bateman y que sus compadrotes no pudieron concretar, se constituya en nuestras tierras.
El camello es largo. Y nomás este espúreo artículo pa desahogarme un toque.
Pd: lamento colgar estas fotos, pero como en la izquierda aun no se logra tener con un medio decente, y no aparecen fotografos de calidades estilisticas y sentido de la oportunidad periodistica, pues toca echar mano de lo que hay. ¿No chicanean acaso los amigos de El turbion y Polifonika con severos quipos fotográficos? ¿Dónde están que no se les ve? Toca, como siempre, bajar las fotos colgadas en indymedia por parroquianos de a pie, o de aquellos que las bajan del tiempo y las cuelgan allí.

No podía pasar de agache tan honrosa visita y a buena hora se hizo escándalo. No se evitó la visita, no se recortó la injerencia militar, el arrodillametno político, el sometimiento económico ni mucho menos. Pero por lo menos se cala en la conciencia del prójimo y prójima que en contra del poder imperialista (si, es cierto, suena re-mamerto pero qué le hace uno si no hay otras palabras. A la mierda se le llema mierda, dice doña Soledad Moliner) se levantan todos aquellxs que creemos en los sanos propósitos bíblicos de liberar en la tierra al hombre y la mujer, pues para bien o para mal nuestro señor Jesucristo ya hizo la parte mas difícil que era sal

Untado el dedo untada la mano, decía Marz, y siendo así si ya hablé de imperialismo dejenme matar este artícu

El camello es largo. Y nomás este espúreo artículo pa desahogarme un toque.
Pd: lamento colgar estas fotos, pero como en la izquierda aun no se logra tener con un medio decente, y no aparecen fotografos de calidades estilisticas y sentido de la oportunidad periodistica, pues toca echar mano de lo que hay. ¿No chicanean acaso los amigos de El turbion y Polifonika con severos quipos fotográficos? ¿Dónde están que no se les ve? Toca, como siempre, bajar las fotos colgadas en indymedia por parroquianos de a pie, o de aquellos que las bajan del tiempo y las cuelgan allí.